La vivienda es uno de los problemas más serios a los que nos enfrentamos en España. El modelo de concentración hacia las grandes ciudades es imparable, teniendo en el lado opuesto un sinfín de poblaciones, principalmente del ámbito rural que se están quedando sin habitantes. En ciudades como Madrid, con unas expectativas en superar en unos años los 8,5 millones de habitantes. En los planes de la ciudad están diseñados los nuevos desarrollos urbanísticos, donde se habla de la construcción de más de 300 mil viviendas.
¿Pero que ocurre con la vivienda en una ciudad que aumentará la demanda de servicios, y hará necesaria la llegada de trabajadores/as que posiblemente no podrán pagar los precios de las nuevas viviendas?
Este problema no es nuevo. A principios del siglo XX, el desarrollo de las grandes ciudades, se enfrentaba a un desafío ante el innumerable número de nuevos habitantes que venían a probar fortuna en búsqueda de trabajo. Las grandes ciudades desarrollaban sus planes urbanísticos, igual que ahora, pero estos nuevos habitantes no tenían la capacidad económica para la adquisición de estas viviendas. La ciudad crecía y necesitaba de mano de obra.
Ante tal desafío, se ideó un plan de construcción de viviendas sociales, y se desarrollaron las denominadas Cooperativas de Casas Baratas y Económicas en toda España.
El enfoque era muy sencillo; el Estado financiaba el 100x100 de la obra, y los nuevos propietarios pagaban el crédito en fáciles mensualidades. las únicas condiciones eran que la vivienda no se podía vender en 50 años, y sólo se podía transmitir entre padres/madres e hijos. Fue una manera de dar una solución a un problema.
Entonces, ¿por qué si hay una fórmula de paliar el problema de la vivienda, no se empiezan a construir nuevos barrios con este enfoque? ¿Saben ustedes cuanto puede constar construir una vivienda en altura de 70 m2? No es un problema de suelo, hay numerosos lugares donde se podían desarrollar estos PAUs. ¿Por qué no se llevan a cabo? ¿Quién toma las decisiones? Porque a pesar del postureo político y del aparente enfrentamiento por este asunto de unos partidos y otros, nadie hace nada.