Hace 600 años, los navegantes se enfrentaron a un mundo desconocido, posiblemente motivado por diferentes razones como el desafío personal, la religión, el poder, la codicia o una combinación de todas.
1200 años atrás, los vikingos realizaban expediciones marítimas que posiblemente les llevaron hasta el continente americano, dicen que traían la plata a Europa.
En cualquiera de los casos, si comparamos la navegación marítima con los buques actuales, los desafíos a los que se enfrentaron aquellos/aquellas navegantes (porque las mujeres vikingas también iban), debió de ser de una magnitud inimaginable. Si pensamos que en el conocimiento del momento, la tierra era plana, y pasadas las Columnas de Hercules caías al abismo, ... por tanto la navegación, además de las dificultades, exigía un temple para enfrentarse a lo desconocido poco igualable a cualquiera de las situaciones actuales donde, además de la comunicación por satélite, la geolocalizacion, las cartas de navegación "informatizadas", el sonar, la comodidad en el puente de mando o los camarotes acondicionados no lo hacen comparable.
Hoy la Inteligencia Artificial, permite a cualquier persona que tenga una conexión a Internet con un móvil o un ordenador, el descubrir mundos fascinantes y enfrentarse a retos inimaginables.
No será fácil. Las grandes hazañas requirieron de personas intrépidas y arriesgadas, que se enfrentaron a retos desconocidos. Retos que tenían un comienzo, pero que se desconocía el resultado. Muchas de estas hazañas llevaron a nuevas hazañas, y nuevos descubrimientos llevaron a más descubrimientos.
Desde tu casa, sin mareas y con tranquilidad, puedes mejorar tu profesión, puedes reciclarte hacia un nuevo trabajo, puedes formarte gratis, puedes colaborar con multitud de comunidades de conocimiento de cualquier tema gratis, puedes descubrir oportunidades, y puedes descubrir hasta dónde puedes llegar. Seguro que no será fácil, seguro que querrás tirar la toalla, pero la oportunidad está ahí.
Hace 600 años, el mar era oscuro, las inclemencias metereológicas terribles, las naves frágiles, las enfermedades mortales, pues aún así recorrieron miles de kilómetros impulsados por un afán, por un reto, por un desafío, pero no se rindieron enfrentándose a todas las situaciones que se les iban planteando. No había retorno, era avanzar avanzar y avanzar.
Hoy estamos en ese momento. La oportunidad esta en nuestras manos. No dependemos de nadie. Tenemos en nuestras manos las herramientas, pongamos las velas hacia otros rumbos desconocidos, el miedo no existe.