...continuación...
Se ha tomado una decisión, y se necesita apoyo para Cuidar a nuestro/a Mayor. En este punto, la valoración económica tiene el mayor peso, y se intenta iniciar el proceso de "valoración" de la Persona con el objetivo de conseguir "el máximo" de reconocimiento económico y/o la posibilidad de conseguir una plaza en una Residencia Pública o Concertada.
Aquí nos enfrentamos a "la Realidad", y se comienza una valoración de alternativas (contando con los recursos de la propia Persona Mayor), tiene una pensión, tiene propiedades, tiene varios hijos/as que no se ponen de acuerdo, lentitud de la Administración, y tal y como se detalla en el Pacto de Toledo, sea cual fuese el apoyo por parte de las Instituciones Públicas, el peso seguirá recayendo sobre la Familia, y por tanto la Persona Mayor se enfrenta a:
Intereses familiares dispares, y de falta de acuerdo principalmente en el destino de sus recursos.
Recursos económicos limitados.
Desconocimiento por parte de la Familia del impacto en la Atención y Cuidados adecuada.
Administración con sus propios intereses, lenta y aporte económico insuficiente, con concepto de priorización, y disponibilidad de recursos (insuficientes).
Normativa poco orientada a lo de "...Centrada en la Persona", y una Inspección con enfoque de poca participación.
Falta de Personal (que dedicaré un post monográfico), teniendo en consideración que es una de las Profesiones más difícil y quizás una de las que menos reconocimiento Profesional tiene.
Empresas del Sector Privadas que deben combinar calidad y rentabilidad (muy difícil).
De lo anteriormente expuesto, el único/a perjudicado/a es la Persona Mayor, y todavía no hemos entrado en el diseño del "Plan de Atención Personalizado" que requiere, de lo más importante; debe ser Personalizado, aunque en su desarrollo existan procesos estandarizados. En un post reciente de Inforesidencias.com hay una contestación de Stephan Biel (M.A.) muy acertada.
...continuará...
Se ha tomado una decisión, y se necesita apoyo para Cuidar a nuestro/a Mayor. En este punto, la valoración económica tiene el mayor peso, y se intenta iniciar el proceso de "valoración" de la Persona con el objetivo de conseguir "el máximo" de reconocimiento económico y/o la posibilidad de conseguir una plaza en una Residencia Pública o Concertada.
Aquí nos enfrentamos a "la Realidad", y se comienza una valoración de alternativas (contando con los recursos de la propia Persona Mayor), tiene una pensión, tiene propiedades, tiene varios hijos/as que no se ponen de acuerdo, lentitud de la Administración, y tal y como se detalla en el Pacto de Toledo, sea cual fuese el apoyo por parte de las Instituciones Públicas, el peso seguirá recayendo sobre la Familia, y por tanto la Persona Mayor se enfrenta a:
Intereses familiares dispares, y de falta de acuerdo principalmente en el destino de sus recursos.
Recursos económicos limitados.
Desconocimiento por parte de la Familia del impacto en la Atención y Cuidados adecuada.
Administración con sus propios intereses, lenta y aporte económico insuficiente, con concepto de priorización, y disponibilidad de recursos (insuficientes).
Normativa poco orientada a lo de "...Centrada en la Persona", y una Inspección con enfoque de poca participación.
Falta de Personal (que dedicaré un post monográfico), teniendo en consideración que es una de las Profesiones más difícil y quizás una de las que menos reconocimiento Profesional tiene.
Empresas del Sector Privadas que deben combinar calidad y rentabilidad (muy difícil).
De lo anteriormente expuesto, el único/a perjudicado/a es la Persona Mayor, y todavía no hemos entrado en el diseño del "Plan de Atención Personalizado" que requiere, de lo más importante; debe ser Personalizado, aunque en su desarrollo existan procesos estandarizados. En un post reciente de Inforesidencias.com hay una contestación de Stephan Biel (M.A.) muy acertada.
...continuará...